Bajo Escrutinio: los vuelos a cielos abiertos
Más de veinte años tuvieron que pasar para que al fin la República Dominicana formalizara el acuerdo de cielos abiertos con los Estados Unidos. El acuerdo cuyas primeras iniciativas fueron realizadas bajo los gobiernos del hoy opositor Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se han convertido en realidad en la administración gubernamental del Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Las conversaciones para el acuerdo fueron retomadas en junio pasado con la firma en Washington del Memorándum de Consulta del Acuerdo de Cielos Abiertos entre los gobiernos Estados Unidos y República Dominicana, pero no fue hasta el 19 del presente mes diciembre que entró en vigencia.
Por Estados Unidos, el convenio fue firmado por el subsecretario de Estado para el Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente, José W. Fernández y el ministro de Turismo David Collado como representante del gobierno dominicano el pasado dos de agosto en el Palacio Nacional, en presencia del presidente dominicano Luis Abinader, el canciller dominicano, Roberto Álvarez y el congresista dominicano-norteamericano Adriano Espaillat.
El acuerdo antes de su aprobación tuvo que superar intensos debates entre los congresistas dominicanos y los sectores que influyen en la transportación área fue validado por el Tribunal Constitucional (TC) al considerar que no es violatorio a la soberanía de la nación dominicana.
De acuerdo al Departamento de Estado estadounidense, el acuerdo entre ambos países, “ampliará aún más nuestra sólida asociación económica y comercial, promueve los vínculos entre los pueblos y crea nuevas oportunidades para las aerolíneas, las empresas de viajes y los clientes”.
Según informes de prensa, el acuerdo de cielos abiertos entre los beneficios incluye: permitir a las aerolíneas de ambas naciones operar vuelos internacionales en rutas definidas, incluyendo transporte exclusivo de carga, escalas no comerciales, vuelos combinados, incrementar la frecuencia de los vuelos, tarifas mas competitivas y una mayor diversidad de servicios como volar sin escalas a otras ciudades en territorio estadounidense.
También en acuerdo establece que las aerolíneas serán las que tendrán la decisión de establecer el precio de los boletos aéreos tomando en cuenta la realidad del mercado.
Sin embargo, que tan competentes serán los boletos aéreos al ser comprados en la nación dominicana donde aún se persiste en cobrarle los diez dólares dizque como turistas a los dominicanos cuando adquieren uno de esos boletos. Esto puede ser comprobado en el portar de United Airlines, una de las mayores línea áreas norteamericanas y del mundo que a diario vuela a República Dominicana.
Además de que en promedio los dominicanos pagan en impuestos en los boletos aéreos unos 120 dólares con comparación con los 70 y 80 dólares que se pagan por los boletos comprados a las líneas aéreas en Estados Unidos. La competencia sería a un mayor si el gobierno dominicano logro igual los impuestos que se pagan a los boletos aéreos en Estados Unidos.
La realidad de la transportación aérea es que la República Dominicana mantiene precios considerados no competentes debido a los elevados impuestos que mantiene en los boletos aéreos. Es un verdadero lujo abordar un avión desde y hacia el territorio dominicano.
Con el acuerdo de cielos abiertos entre Estados Unidos que lo ha formalizado con más de cien países y ahora la República Dominicana, los dominicanos, en particular los que residen fuera de sus fronteras se mantendrán a las expectativas de que el acuerdo beneficie a todos y no al reducido sector que años ha hecho un monopolio del negocio de la transportación área en la nación dominicana. Esperemos que el acuerdo sea como ha sido propuesto de cielos abiertos.
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