El PRM en Hermanas Mirabal debe aprovechar el liderazgo de María Mercedes Ortiz
Al cierre del año 2024, la provincia Hermanas Mirabal enfrenta un momento decisivo para avanzar en su desarrollo político, social y económico. En este escenario, el liderazgo de María Mercedes Ortiz, senadora por el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y exalcaldesa de Salcedo en dos ocasiones, se erige como una gran líder. Su trayectoria, marcada por la madurez, empatía y capacidad de gestión, ha sido un ejemplo constante de compromiso con su comunidad.
Conocida afectuosamente como “Mecho”, María Mercedes Ortiz ha construido un legado en la política local. Durante sus dos gestiones como alcaldesa de Salcedo, se destacó por su enfoque en proyectos que respondieron a las necesidades de la población, consolidándose como una líder cercana y eficaz.
Ahora, desde su posición como senadora, Ortiz sigue demostrando su compromiso con las Hermanas Mirabal. A pesar de los desafíos que enfrenta dentro del PRM, incluyendo divisiones internas, su determinación y enfoque en el bienestar colectivo han prevalecido. Este compromiso la ha convertido en una figura respetada no solo en su partido, sino también entre la población que representa.
El PRM en Hermanas Mirabal no ha estado exento de conflictos internos que han debilitado su cohesión y afectado su capacidad para abordar problemas prioritarios. Estas divisiones, lejos de contribuir al progreso, han frenado la implementación de proyectos significativos a favor de la provincia y el Gobierno que encabeza el presidente Luis Abinader.
Ortiz, no obstante, ha demostrado ser una líder conciliadora, capaz de superar las tensiones internas y promover la unidad dentro del partido. Ha extendido la mano incluso a aquellos que adversaron su liderazgo en el pasado, aquellos que le tiraron a matar, poniendo de manifiesto que su prioridad es el bienestar de la provincia por encima de cualquier interés personal o partidista.
En este contexto, es fundamental que los líderes locales del PRM entiendan que la división interna solo obstaculiza el progreso. Tanto el sector de Hipólito Mejía como el del presidente Luis Abinader deben priorizar la reconciliación y trabajar de manera conjunta para enfrentar los retos que aquejan a la provincia.
Entre los desafíos más urgentes se encuentran la construcción y reparación de carreteras en los tres municipios y distritos municipales, como por ejemplo, la construcción de la vía que conecta Villa Tapia con Sabana Angosta, El Coco, Ranchito, Las Cruces y La Cueva, la carretera ecoturística Tenares- Gaspar Hernández, la intervención de las vías que dan acceso a Río Partido, incluyendo la carretera de Los Tabucos, una gran cantidad de caminos vecinales que están inservibles, entre otras. Estas obras, prometidas en campaña, son esenciales para mejorar la conectividad y fomentar el desarrollo económico en la región.
Para cumplir con estas demandas, es imprescindible que todos los sectores del PRM dejen de lado los intereses grupales y se concentren en objetivos comunes que beneficien a la población.
El liderazgo de María Mercedes Ortiz no solo es crucial para el PRM, sino también para los líderes municipales, como el alcalde de Salcedo, Juan Ramón Hernández. En lugar de verla como una adversaria, el equipo municipal debe reconocer en Ortiz una aliada clave cuya experiencia municipal puede potenciar las iniciativas locales y lograr avances significativos.
Ortiz ha expresado su disposición para colaborar con la gestión municipal, demostrando su interés genuino en el desarrollo integral de Salcedo y la provincia. Esta actitud de apertura y trabajo en equipo representa una oportunidad invaluable que no debe ser desaprovechada.
La capacidad de Ortiz para ejercer la política con empatía y visión la distingue como una figura excepcional. A pesar de los ataques y oposiciones que enfrentó en el pasado, ha mantenido una actitud conciliadora, construyendo puentes con aquellos que antes la adversaron.
Se recuerda cómo, durante las elecciones municipales y congresuales, muchos espacios locales cerraron las puertas. Sin embargo, Ortiz no guardó rencores y, en la actualidad, mantiene relaciones cordiales con muchos de sus antiguos detractores. Este enfoque maduro y conciliador refuerza su posición como una líder que trabaja por el bienestar colectivo, más allá de intereses particulares.
Es el momento de que las Hermanas Mirabal y el PRM reconozcan plenamente el valor del liderazgo de María Mercedes Ortiz. Su capacidad de gestión, compromiso y espíritu conciliador son activos invaluables que pueden transformar el panorama político y social de la provincia.
La unidad del partido y la construcción de un proyecto común deben ser prioridades para garantizar el progreso. Ortiz ha demostrado que la política, cuando se ejerce con responsabilidad, inclusión y empatía, puede ser una herramienta poderosa para el desarrollo.
El futuro de Hermanas Mirabal los próximos cuatro años depende de la capacidad del PRM para trabajar en armonía y aprovechar el liderazgo de figuras como María Mercedes Ortiz. La provincia necesita unidad, visión y compromiso, y en Mecho tiene un ejemplo claro de cómo estos valores pueden traducirse en progreso real.
La provincia Hermanas Mirabal no merece que por intereses grupales y personales se frene el desarrollo provincial.
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