Paino Abreu entiende que el Patrimonio Natural de República Dominicana no está en buenas manos
Santo Domingo, R.D.- El Secretario de Medio Ambiente de la Fuerza del Pueblo (FP), Ing. Paino Abreu Collado destacó que, el Patrimonio Natural de la República Dominicana no se encuentra en buenas manos en los actuales momentos, y que, en materia ambiental, el discurso de rendición de cuentas del Presidente Abinader de este jueves 27 de febrero ante el Congreso Nacional, estuvo completamente fuera de la realidad.
En primer lugar el mensaje presidencial trajo dos anuncios populistas. El primero de ellos sobre las llamadas Tierras Raras de Pedernales, donde a pesar de la retórica nacionalista que exhibió el Presidente, el refajo entreguista se le ve de lejos.
El otro anuncio tiene que ver con las Cuevas del Pomier, ubicadas dentro de un Parque Nacional protegido por Ley, pero ahora el Presidente dice que por medio de una Resolución del Ministerio de Medio Ambiente dizque se las preservará de la actividad minera. Nadie en su sano juicio estaría en desacuerdo con la protección del extraordinario patrimonio natural y cultural del pueblo dominicano que allí se conserva, pero para ello no se necesita ninguna Resolución porque ya tenemos la Ley 202-04 de áreas protegidas que regula esta materia, solo hay que hacerla cumplir.
¿Qué le hace pensar al gobierno que los extractores van a respetar una Resolución sino no han podido hacer que respeten la Ley que tiene más jerarquía? Con esta acción el Presidente se quiere mostrar como un defensor de las áreas protegidas, pero debería demostrar que ese interés es genuino sacando los tractores y retroexcavadoras de la empresa Cementos Nacionales, propiedad de su familia, de la reserva forestal de Hatillo en Azua, también bajo protección de la Ley 202-04.
Sobre los demás temas ambientales abordados por el Presidente, la mayoría ya tratados con anterioridad en una actividad reciente en Palacio, el gobierno no le habla la verdad al pueblo y contrario a lo que afirma, en sus más de cuatro años de gobierno los indicadores ambientales de calidad han empeorado en nuestro país. Y es que decir, no es hacer.
Por ejemplo, en el caso del agua potable se anuncian como ejecutados miles de kilómetros de tuberías pero apenas se mencionan cuatro acueductos, a pesar de que son miles los millones de pesos “invertidos” y por desgracia, millones los dominicanos que aún carecen de este recurso vital que es por demás un derecho humano.
Del alcantarillado sanitario ni hablar, hablan de la instalación de cientos y cientos de kilómetros de redes y nadie sabe dónde, mientras que cuatro años después las esperadas plantas de tratamientos brillan por su ausencia.
En relación al cuidado del patrimonio natural de la nación, considerado como eje de gestión ambiental en el que se enfoca este gobierno, no se sabe de ningún logro importante. Poe ejemplo, en cuanto a la protección de cuencas y la actividad de reforestación, el Presidente Abinader afirmó que se han sembrado de árboles 162 mil tareas, pero se desconoce dónde fueron realizadas estas plantaciones y tampoco se sabe de ningún proyecto importante ejecutado por el gobierno en esta materia.
Lo que debería decir es la verdad, que por un descuido insólito no adquirieron a tiempo las semillas y por eso no hubo arbolitos en los viveros para sembrar y además, el Presidente parece desconocer que la mayoría de los 52 viveros presentan graves signos de deterioro por falta de inversión y mantenimiento y que incluso el personal que labora en ellos, más de 500 personas, está en estos momento desesperado ya que hace dos meses no les pagan sus salarios. Así no se puede.
En cuanto a las áreas protegidas, que es donde se conserva el patrimonio natural de la República Dominicana, es el propio gobierno quien más las ha castigado. Recordemos, por ejemplo, la carretera y líneas de alta tensión autorizadas dentro del monumento natural “Loma Isabel de Torres” en Puerto Plata; el permiso para la instalación de plantas eléctricas en dos barcazas en el refugio de vida silvestre de Puerto Viejo-Azua; la autorización de un cuestionado proyecto de desarrollo en el área nacional de recreo Cabo Rojo-Pedernales; también fue este gobierno de Abinader quien permitió la mutilación del parque nacional y manglares de Monte Cristi; y más recientemente, el Ministerio de Medio ambiente autorizó la construcción de un muelle y otras facilidades a una empresa privada en el
área de recreo Guaraguao-Punta Catuano.
En vez de atender adecuadamente el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP) que ya tenemos e intentando igualarse a otras gestiones de gobierno, el Presidente Abinader lo que ha hecho es declarar por decreto nuevas áreas protegidas, pero sin estudios previos conocidos que avalen los objetivos de conservación perseguidos y mucho menos sin presupuesto alguno para gestionarlas.
Por el lado del personal especializado, este gobierno canceló a decenas de técnicos y profesionales que requirieron años de formación y especialización para gestionar adecuadamente el medio ambiente.
En cuanto a la extracción de agregados de los ríos y materiales de áreas protegidas, los permisos y “la vista gorda” de la corruptela oficial de este gobierno la han incrementado y el Presidente, quien ha comparado este ilícito ambiental con el narcotráfico, hace muy poco para enfrentarlo. Todo es tan bochornoso que hasta los datos revelados recientemente por el gobierno en relación a la persecución de los delitos ambientales son extraños: 5 mil operaciones, 1000 detenidos, 600 vehículos incautados, 98 sometidos, pero ninguna condena aún sea para dar el ejemplo.
Los éxitos ambientales del gobierno hay que buscarlos como “aguja en pajar”, porque la verdad es que en más de cuatro años casi todos los indicadores sobre medio ambiente han empeorado. Esto incluye el desorden en el tránsito y la movilidad urbana, caos que puede ser calificado como un desastre ambiental nunca antes visto y las medidas para mitigarlo van a paso de tortuga.
En esta materia Fuerza del Pueblo sigue afirmando que este gobierno se ha quemado.
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