Raquel Peña: Vivimos en democracia y cualquiera puede aspirar
Raquel Peña es la discreta compañera de gobierno del presidente Luis Abinader. Como vicepresidenta de la República, el mandatario le ha confiado importantes responsabilidades, como el manejo de los gabinetes de salud (clave durante la pandemia del COVID-19), Energía y Educación.
Pero, recientemente, dejó en evidencia que aspira a más: subir las escalinatas del Palacio Nacional como presidenta de la nación.
Sobre esto y otros temas habló a Diario Libre en sus respuestas por escrito a un cuestionario que le fue remitido, aprovechando su participación en la reciente celebración en Santo Domingo de la Latin American Cities Conferences, organizado por el Council of the Americas.
-¿Cuáles son los gabinetes del Gobierno en los que usted participa activamente y cuáles son las acciones por las que vela para que se ejecuten?
Por disposición de nuestro presidente Luis Abinader, presido los gabinetes de Promoción de Inversiones, Salud y, más recientemente, Educación.
Desde el Gabinete de Promoción de Inversiones, trabajamos para fortalecer iniciativas y mecanismos que impulsen la inversión en sectores clave, de forma coordinada y eficiente, contribuyendo así a la competitividad y el desarrollo sostenible del país.
El Gabinete de Salud fue conformado en un momento crítico: la pandemia de COVID-19. Con mucho compromiso, lideramos la estrategia nacional de respuesta, incluyendo el Plan Nacional de Vacunación (VacúnateRD), reconocido por su eficiencia incluso por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Hoy seguimos reuniéndonos semanalmente, enfocados en seguir ampliando el acceso a servicios de salud dignos y eficientes, sin importar lo remoto que sea el lugar.
En cuanto al Gabinete de Educación, asumí su presidencia a finales de 2024 y ya estamos avanzando en temas puntuales. Un ejemplo reciente es el inicio del Plan Nacional de Educación Financiera en las escuelas, fruto de una alianza entre el Ministerio de Educación (Minerd) y el Banco de Reservas.
-Suponga que el estilo del poder es como un carro. ¿El suyo tiene marcha atrás?
Yo considero que lo que funciona no se cambia y si lo hacemos, debe ser mirando siempre hacia el futuro. Claro, hay que mirar hacia atrás, pero para recordar de dónde venimos y honrar nuestro origen.
Sin embargo, mi forma de hacer las cosas es el resultado de una educación en el hogar que atesoro, una formación académica que agradezco infinitamente y decisiones arriesgadas que han forjado quién soy y cómo actúo. Eso sí no lo cambio.
-¿Dónde hay más poder: en la Vicepresidencia o en el aula universitaria?
Yo creo que el verdadero poder está en las acciones. Una vicepresidenta puede impulsar políticas públicas que transformen vidas, y una maestra puede formar a quienes transformarán el país mañana.
Fui maestra durante muchos años, y sé bien que una palabra oportuna puede cambiar el rumbo de una vida. El poder está en ese impacto, venga desde un aula o desde una oficina de gobierno.
Ambos espacios tienen un impacto profundo, pero la sala de clases tiene algo muy especial: ahí se cultivan valores, se despiertan vocaciones y se forman ciudadanos conscientes.
Siempre he creído que en cada aula hay una semilla de cambio para construir una mejor República Dominicana.
-Recientemente, usted dijo que sueña con subir las escalinatas del Palacio Nacional como presidenta. ¿Se perfila entre los aspirantes presidenciales del PRM?
Subir esas escalinatas como presidenta es un sueño que compartimos muchos dominicanos.
Lo valioso de nuestro partido, el PRM, es que vivimos en democracia, y cualquier dominicano o dominicana tiene derecho a aspirar.
Para alcanzar ese sueño -el mío o el de cualquiera- hay una sola fórmula: trabajo, trabajo y más trabajo. Es lo que he hecho en cada etapa de mi vida, y lo seguiré haciendo.
-¿Hay sembradores de odio en la República Dominicana?
Lo que existe en la sociedad dominicana es una diversidad de opiniones y debates propios de cualquier país con libertad de expresión, donde afloran posturas políticas, económicas, sociales y hasta sobre deportes sin que eso signifique que existan sembradores de odio. Los dominicanos somos personas con un alto espíritu de convivencia, calidez y solidaridad.