Duelo infantil y su incidencia en el ámbito educativo

 

Por Nirsy M. Morel Vásquez, M.A.
Psicóloga Clínica y Escolar y Licda. en Educacion Mención Matemáticas

El duelo es una experiencia humana universal que involucra la adaptación emocional ante una pérdida significativa. Cuando se trata de niños, este proceso no solo es más complejo por su etapa de desarrollo, sino también porque a menudo es malinterpretado por los adultos debido a los mitos que rodean las reacciones emocionales en la infancia. 

El duelo infantil debe ser comprendido como un proceso que abarca la integración de emociones, la adaptación a una nueva realidad y el desarrollo de estrategias para lidiar con la ausencia, ya sea de un ser querido o de un objeto en particular.

Sigmund Freud define el duelo como un proceso emocional complejo, puesto que en cada fase del «desapego» el sujeto debe desvincularse emocionalmente del objeto o ser querido perdido. Freud subraya la importancia de atravesar cada una de estas etapas para recuperar el equilibrio psíquico, ya que, si el proceso se ve interrumpido, puede derivar en patología.

Gálves (2001) expone que el infante está en proceso de desarrollo y por esta condición, tiene un alto nivel de dependencia del adulto para afrontar y resolver las situaciones problemáticas, por lo que el  duelo va a depender no solo de su edad y etapa de desarrollo, sino también, de la actitud de los adultos hacia su propio duelo, y de la forma en que estos le realicen el acompañamiento

A menudo, en la sociedad, los niños son percibidos como menos afectados por las pérdidas debido a su edad. Esto ha dado lugar a la proliferación de mitos que afecta la manera en que los adultos responden a las necesidades emocionales de los niños en duelo. Entre los mitos más comunes se encuentran:

  1. «Llorar es malo para la salud del niño.»
  2. «El niño que no llora es porque es maduro para su edad.»
  3. «Solo los niños mayores necesitan apoyo.»
  4. «Es mejor dejar al niño solo hasta que se calme.»
  5. «Hay que proteger a los niños de la muerte o del duelo.»

Estos mitos son contra producentes, ya que niegan al niño la oportunidad de procesar sus emociones y no proporcionar el apoyo adecuado. Los niños al igual que los adultos, necesitan espacio para expresar su dolor y comprender la pérdida. La intervención temprana y el acompañamiento emocional son fundamentales para evitar problemas emocionales, académicos y conductuales a largo plazo.

Por poner una línea cronológica podemos citar desde el 2020 al 2024 la humanidad y cada uno de nosotros hemos pasado por diversas experiencia, mundial y personales las cuales el duelo no es una excepción, como el encierro por la pandemia, el cambio de modalidad en la forma de recibir la docencia, el no poder compartir con los compañeros de clase, la perdida de familiares, entre otras perdidas personales, familiares y social.

A todo esto se suma la estampida de a los Estados Unidos por la llamada vuelta de México en donde una cantidad considerada de niños, niñas y adolescentes a pasado a manos de cuidadores dejando esta población a manos de abuelos, tíos entre otros parientes e incluso en algunas ocasiones de amistades de confianza 

Todo esto tiene una repercusión directa en la dinámica educativa la cual se refleja en los centros educativos como: incremento de actos de violencia, deserción, bajo rendimiento académico, ausentismo entre otras situaciones que se presentan en los salones de clase.

 Los educadores y profesionales de la educación desempeñan un papel fundamental en la identificación de signos de duelo, en la intervención temprana y /o referimiento oportuno. El impacto del duelo en la vida escolar de un niño puede manifestarse en diversas formas, como cambios en el comportamiento, baja concentración, irritabilidad, desinterés por actividades antes atractivas, rendimiento académico bajo, entre otros.

Es importante que ante esta situación se pueda crear un entorno seguro y comprensivo donde los niños puedan expresar sus emociones sin sentirse juzgados. 

De acuerdo con el Dr. Jorge Montoya Carrasquilla, algunos métodos eficaces para trabajar el duelo con niños en las aulas citamos:

  • Legitimar los sentimientos del niño 
  • Fomentar la expresión emocional 
  • Ajustes académicos
  • trabajo colaborativo con la familia
  • Juegos terapéuticos
  • Cuentos relacionados con el duelo
  • Escritura de cartas
  • Creación de álbumes o cajas de recuerdos 

El duelo infantil debe ser tratado con sensibilidad y comprensión, ya que su impacto puede influir en el desarrollo emocional y académico del niño. 

Proporcionando entornos que favorezcan la expresión emocional, el acompañamiento adecuado y la integración del duelo en la vida cotidiana del niño. 

El duelo es como un valle que debemos atravesar. No es un callejón sin salida, sino un camino que nos lleva a un nuevo lugar. C.S. Lewis.

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