Bajo Escrutinio: La realidad de la inmigración en EE. UU

Los inmigrantes bajo la administración del saliente presidente Joe Biden disfrutaban de mayores facilidades para ingresar de manera legal a los Estados Unidos como lo fue el uso de la aplicación conocida como CBP One que le permitía concertar una cita en un puerto de entrada legal.

Los inmigrantes provenientes de todas las partes del mundo y concentrados en llamada frontera Sur en México, una vez lograban la cita tenían amplias posibilidades de ingresar a suelo norteamericano.

La admisión al país podía se vía del asilo y razones humanitarias, lo que se hizo hasta el último día del expresidente Biden que fue el pasado 20 de enero cuando cedió el poder al electo presidente, Donald Trump.

Desde entonces la nueva administración de gobierno ha suspendido todo el proceso de las nuevas citas para los miles de inmigrantes que aún permanecen en zona fronteriza con México, los cuales por el momento tendrán que esperar a que sus sueños de ingresar a Estados Unidos se conviertan realidad.

En uno de sus múltiples decretos (ordenes ejecutivas) desde el mismo instante que asumió el poder, Trump suspendió de forma efectiva la ley de asilo estadounidense hasta que cese lo que ha calificado de “invasión en la frontera sur”. También ordenó a las agencias federales que “rechazaran, repatriaran o expulsaran” a los migrantes que cruzaran la frontera que ha sido reforzada por la presencia militar en apoyo a los agentes fronterizos.

A lo interno y en especial en las llamadas ciudades santuarios ( las que protegen a sus residentes estén legales o no ) como Chicago, en el Estado de Illinois y Newark, en Nueva Jersey a los agentes de inmigración han logrado arrestos de inmigrantes que cuentan con una orden de deportación. Según estimaciones de las autoridades migratorias mas de 400 mil personas mantienen ordenes de deportación por lo que se han convertido en la prioridad de la nueva administración gubernamental.

Mientras que más de cuatro millones de acuerdo al PEW Research Center, una organización no partidista quienes en los últimos ocho años han ingresado al país no cuentan con estatus de legalidad.

La administración Trump, además ha puesto en marcha en programa de “Permanecer en México”, que requiere que los migrantes permanezcan en México mientras atraviesan sus procedimientos de inmigración en Estados Unidos. Aunque la medida requiere la aceptación de México.

“La decisión de eliminar todas las vías para solicitar asilo, incluso para las familias con niños que huyen para salvar sus vidas, es un hecho asombroso, que se burla de nuestro compromiso posterior a la Segunda Guerra Mundial de no devolver nunca sumariamente a la gente al peligro”, declaró en un comunicado Lee Gelernt, abogado de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés).

Tanto congresistas demócratas como republicanos apoyan una reforma migratoria que permita la legalización de millones de inmigrantes en particular hispanos, pero por el momento tendrán que esperar debido, a la implementación de las medidas migratorias que aplica el gobierno de Trump.

A pesar del endurecimiento y restricciones a la inmigración de parte de administración Trump, la realidad es que la fuerza laboral de Estados Unidos un 17 por ciento, según la publicación Economic recae en los inmigrantes incluidos los miles de inmigrantes que viven sin un estatus legal.

Sectores como salud, agricultura, turismo y construcción necesitan de la mano de obra de los hispanos, debido a que los trabajadores estadounidenses no están dispuestos a realizarlos debido a su bajo atractivo salarial. Esa es la realidad que en la actualidad vive la sociedad norteamericana, la cual más que deportaciones necesita de los trabadores de las minorías en particular los hispanos.

El autor es un periodista, educador y escritor dominicano, que reside en el Estado de Nueva Jersey. Puede ser contactado en rhernandez5@hotmail.com

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