El Reloj del Apocalipsis reduce un segundo la llegada del fin del mundo: 89 segundos, la peor marca de la historia
El Doomsday Clock en el Uniited States Institute of Peace
Queda un segundo menos para el apocalipsis. La humanidad se acerca cada vez más a la catástrofe. Estamos a 89 segundos de la medianoche. Así lo he hecho saber este martes el Boletín de Científicos Atómicos (Bulletin of the Atomic Scientists) que anualmente lanza su metafórico augurio y en esta ocasión ha movido un segundo las manillas más cerca de la medianoche.
En un comunicado de prensa explican cómo, a pesar de las señales inequívocas de peligro, los líderes y sus sociedades no han hecho lo necesario para cambiar el rumbo del mundo. «En consecuencia, ahora movemos el Reloj del Apocalipsis de 90 segundos a 89 segundos antes de la medianoche, lo más cerca que ha estado nunca de la catástrofe».
Este grupo de científicos busca que los líderes reconozcan la difícil situación existencial del mundo y tomen medidas audaces para reducir las amenazas que plantean las armas nucleares, el cambio climático y el posible mal uso de la ciencia biológica y una variedad de tecnologías emergentes.
«Enviamos una señal clara: dado que el mundo ya está peligrosamente cerca del precipicio, un movimiento de incluso un solo segundo debe tomarse como una indicación de peligro extremo y una advertencia inequívoca de que cada segundo de retraso en revertir el rumbo aumenta la probabilidad de un desastre global», han añadido
«En lo que respecta al riesgo nuclear, la guerra en Ucrania, que ya va por su tercer año, se cierne sobre el mundo; el conflicto podría volverse nuclear en cualquier momento debido a una decisión apresurada o por accidente o error de cálculo. El conflicto en Oriente Medio amenaza con descontrolarse y convertirse en una guerra más amplia sin previo aviso».
Arsenales nucleares
También ven riesgo en el hecho de que los países que poseen armas nucleares están aumentando el tamaño y el papel de sus arsenales, invirtiendo cientos de miles de millones de dólares en armas que pueden destruir la civilización. El proceso de control de armas nucleares está colapsando y los contactos de alto nivel entre las potencias nucleares son totalmente inadecuados dado el peligro en cuestión.
A su juicio es «alarmante» que ya no sea inusual que los países sin armas nucleares consideren desarrollar sus propios arsenales, acciones que socavarían los esfuerzos de no proliferación de larga data y aumentarían las formas en que podría estallar una guerra nuclear.
Junto a todo esto se añaden los impactos del cambio climático que aumentaron en el último año a medida que una miríada de indicadores, incluido el aumento del nivel del mar y la temperatura superficial global, superaron los récords anteriores. Las emisiones globales de gases de efecto invernadero que impulsan el cambio climático siguieron aumentando.
Los fenómenos meteorológicos extremos y otros fenómenos relacionados con el cambio climático (inundaciones, ciclones tropicales, olas de calor, sequías e incendios forestales) afectaron a todos los continentes.
El pronóstico a largo plazo para los intentos del mundo de hacer frente al cambio climático sigue siendo malo, ya que la mayoría de los gobiernos no logran promulgar las iniciativas financieras y políticas necesarias para detener el calentamiento global. El crecimiento de la energía solar y eólica ha sido impresionante, pero sigue siendo insuficiente para estabilizar el clima. A juzgar por las recientes campañas electorales, el cambio climático se considera una prioridad baja en los Estados Unidos y muchos otros países.
Más enfermedades
En el ámbito biológico, las enfermedades emergentes y reemergentes siguen amenazando la economía, la sociedad y la seguridad del mundo. La aparición fuera de temporada y la continuidad en temporada de la gripe aviar altamente patógena (HPAI), su propagación a los animales de granja y los productos lácteos, y la aparición de casos humanos se han combinado para crear la posibilidad de una pandemia humana devastadora.
También denuncian que se siguen construyendo laboratorios biológicos supuestamente de alta contención en todo el mundo, pero los regímenes de supervisión para ellos no siguen el ritmo, lo que aumenta la posibilidad de que se escapen patógenos con potencial pandémico. Los rápidos avances en inteligencia artificial han aumentado el riesgo de que los terroristas o los países puedan lograr la capacidad de diseñar armas biológicas para las que no existen contramedidas.
El año pasado, dicen los científicos, «una serie de otras tecnologías disruptivas avanzaron de maneras que hacen que el mundo sea más peligroso». En Ucrania y Oriente Próximo se han utilizado sistemas que incorporan inteligencia artificial para la selección de objetivos militares, y varios países están avanzando para integrar la inteligencia artificial en sus ejércitos. Esos esfuerzos plantean interrogantes sobre hasta qué punto se permitirá que las máquinas tomen decisiones militares.
Riesgos exacerbados por la desinformación
Las tensiones entre las principales potencias se reflejan cada vez más en la competencia en el espacio, donde China y Rusia están desarrollando activamente capacidades antisatélite; Estados Unidos ha alegado que Rusia ha probado un satélite con una ojiva simulada, lo que sugiere planes para colocar armas nucleares en órbita.
Por todos estos peligros se ven enormemente exacerbados por un potente multiplicador de amenazas: la difusión de información errónea, desinformación y teorías conspirativas que degradan el ecosistema de las comunicaciones y difuminan cada vez más la línea entre la verdad y la falsedad. Los avances en inteligencia artificial están facilitando la difusión de información falsa o inauténtica a través de Internet, y dificultando su detección.
Al mismo tiempo, los países están participando en esfuerzos transfronterizos para utilizar la desinformación y otras formas de propaganda para subvertir las elecciones, mientras que algunas tecnologías, medios de comunicación y líderes políticos ayudan a la difusión de mentiras y teorías conspirativas.
Fuente: https://www.20minutos.es/noticia/