Isco ordena el baño al Madrid
Betis se dio un homenaje soberano en el Benito Villamarín, al calor de su gente, desatando una tormenta para abatir al Real Madrid y alejarle del liderato. No fue Antony el verdugo, como se esperaba tras el perdón de Disciplina, aunque brilló el brasileño, pero la estrella fue Isco Alarcón, que salió hace varias temporadas de Bernabéu sin gloria. La clase magistral del malagueño devolvió al Madrid a los tiempos oscuros en los que no encontraba el juego ni el liderazgo. Porque el Madrid arrancó como un tiro en el illamarín, pero en cuanto obtuvo su renta, desapareció del verde, arrastrado por la lluvia y el protagonismo de Isco Alarcón. Esta vez no hay expulsión a la que agarrarse, como en Pamplona, sino esa especie de desconexión que lleva al equipo a dejar de aplicarse en los duelos, a perder balones sencillos… A dejarse ir. Una involución evidente. Las dudas regresan al equipo de Ancelotti.
De salida, con Modric en la medular junto a Tchouaméni, el Madrid sometió al Betis con el balón, aprovechando la movilidad de Mbappé para bajar a recibir. Tanto dominó que en el minuto 10 estaba por delante, tras recibir Kylian, girarse, atraer a la defensa, filtrar el pase para la llegada de Mendy y el lateral, perfecto, dejó atrás para que Brahim empujara a la red. Con el 0-1 en el zurrón, el Madrid dio dos pasos atrás, invitando a salir al Betis. Y vaya si salió.
Porque los verdiblancos tienen futbolistas de clase, capaces de dar la vuelta a un partido si no les presionas. Exactamente es lo que hizo el Madrid, fiándose a una escapada de sus delanteros. Ancelotti ya había sido conservador en la alineación recurriendo a sus clásicos, Alaba y Rüdiger, con Tchouaméni en el eje junto a Modric. Pero quien subió como la espuma fue Isco Alarcón, que empezó a aparecer en la base de las jugadas para levantar al Villamarín. Suyo fue el córner con rosquita que se fue cerrando para encontrar a Cardoso, completamente solo, para cabecear el empate con comodidad. La empanada madridista era tan monumental que estuvo a punto de recibir el segundo antes del descanso exactamente de la misma forma, con un córner desde la izquierda que cabeceó Cardoso, tocó en Tchouaméni y sacó Courtois con una mano excelente.
El diluvio desatado antes de la pausa se prolongó en el segundo acto, por orden de Isco, que se quedó con la pelota. Es verdad que en un despeje largo salieron en estampida Mbappé y Vinicius, pero fue Bartra quien aguantó al francés y le rebañó la pelota. Toda la finura de Isco contrastó con la incomodidad de Kylian, sin muela y sin acierto. En banda izquierda aguantó Isco la presión, se hizo el hueco preciso, esperó el desmarque de Jesús Rodríguez y le metió el pase justo al lugar preciso. El canterano se fue por piernas, esperó a Rüdiger y metió el cuerpo para sacar el penalti. Como una catedral. Isco asumió el reto y anotó por la izquierda. Remontada completa.
Ancelotti empezó entonces a buscar la reacción con los cambios. Retiró a Alaba para retrasar a Tchouaméni, con Asencio en el banquillo. No jugó. Entraron Güler y Camavinga, pero no recobró la fluidez el Madrid. De hecho, tuvo más opciones de ampliar el marcador el Betis, con Antony y Cucho generosísimos en el desmarque y la presión. Hernández tuvo una muy clara tras deshacerse en el área de Tchouaméni y cruzar demasiado su remate. Por orgullo y por obligación, porque se está dejando LaLiga a jirones, buscó el ataque en el último tramo, sin mucha claridad. Alguna incursión de Vinicius mal rematada, alguna acción de Rodrygo sin resolver y pare usted de contar. Casi no sufrió un Betis muy superior en todo, salvo en el arranque del duelo. El Madrid se desplomó después de sentirse superior y completa una racha de cinco puntos sobre 15 posibles. Una ruina.
La entrada Isco ordena el baño al Madrid se publicó primero en Periódico EL JAYA.